Hace mucho que dejé de creer en los milagros. Vale, puede suceder pero dejar mi futuro en manos de un 0, no sé cuántos ceros más por delante coma 1% de probabilidad es un poco triste. Prefiero ocuparme del resto del porcentaje que es mucho más amplio y depende de mí, y que es la parte de mi vida que puedo controlar. ¿Y a qué viene esto?
Pues en los últimos meses se me han acercado al menos seis clientes con proyectos online de los que esperan que, una vez en el aire ya todo consista en coser, cantar y acumular dinero. Entonces yo tengo dos opciones: aprovecharme de la situación y aprovechar su desconocimiento para venderles servicios humo o coger, llenar un globo y pincharlo con una aguja, y que suene bien fuerte, así, en frío y sin que lo esperen, para que el estruendo les asuste, caigan de la nube y, a partir de ahí, con los pies en la tierra, tomen conciencia de que internet funciona como todos los negocios y consiste en trabajar, trabajar y trabajar.
Equivocarse, caerse, aprender, estudiar y ser muy curioso. Eso implica tiempo e inversión. Evidentemente opto por la segunda opción, aunque ello implique renunciar a ingresos, y opto por ello también después de la experiencia de trabajar con emprendedores que buscaban un ‘pelotazo’, para vender luego por millones de euros y no en un emprendedor con un proyecto de visión de futuro o una empresa quetrabaja ya a nivel offline y se quiere embarcar en la vida digital. Por eso me veo en la obligación de contar
una cosa a quienes invierten tiempo, dinero, expectativas y mucha ilusión en montar una tienda on-line, partiendo de lo que ya hemos hablado:
– Cuando montas una página de venta on-line, lo primero que debes hacer es imaginarte hace 30 años, pensando en qué montar y en cómo las empresas consolidadas llevan décadas trabajando y evolucionando.
Si quieres ese premio, trabaja duro. Quien tiene en las venas sangre emprendedora sabe que eso es así. Como dicen mucho en mi pueblo, nadie da duros a pesetas.
– Estudia, estudia mucho y fórmate sobre todos los conceptos que debes manejar sobre empresas digitales: SEO, SEM, Social Media, Marketing Digital, empresas de envíos,
packaging, almacenamiento, diseño, etcétera. Todo ello sumado a lo que ya ha implicado desde siempre tener un negocio: ser autónomo, costes fijos, variables, ingresos que
necesitas, etcétera. Sabiendo todo esto evitarás cruzarte con muchos oportunistas
vendemotos. Ten en cuenta que el desconocimiento sobre el área de trabajo está generando una oleada de falsos profesionales y oportunistas que venden humo a precio de oro.
– Cuando tengas todo esto claro elige empresas que te inspiren confianza para todas esas parcelas que no dominas 100% pero ya manejas. Eso sí, no dejes en manos de los demás la responsabilidad de analizar los datos que te ofrece tu página web. Número de visitas, porcentaje de conversión, carros abandonados, de dónde llegan las visitas, en qué punto del proceso de compra se queda el usuario, etcétera.
Todos estos datos te ayudarán a ir haciendo pequeños grandes cambios que te servirán no sólo para vender, también para tomar conciencia de cómo funciona todo.
– No camines sin estrategia. Trabaja tu marca, dótala de historia y personalidad, la tuya. Analiza a la competencia y también a ti mismo, tus puntos fuertes, tus puntos débiles y
qué amenazas y oportunidades hay en el mercado. No olvides estudiar también a la competencia y, a partir de ahí, plantearte unos objetivos y una estrategia con su plan de acción y plazos. Es así como tendrás un camino para echar a andar, recuerda, esto es una carrera de fondo, no un sprint.
Lucha por tus sueños y dótate de herramientas, pero sobre todo,
mueve el culo.