
Llega VeriFactu: lo que pymes y autónomos aún desconocen sobre la nueva facturación electrónica obligatoria en 2026
El próximo año marcará un antes y un después en la forma de emitir facturas en España. Con la llegada de VeriFactu, todas las empresas y autónomos estarán obligados a utilizar sistemas de facturación electrónica homologados que garanticen la trazabilidad, la seguridad y la comunicación en tiempo real con la Agencia Tributaria. A pocos meses de su entrada en vigor, gran parte del tejido empresarial todavía desconoce los detalles de esta normativa y los pasos necesarios para adaptarse a tiempo.
VeriFactu: un cambio que transformará la facturación en España
Más allá de una obligación legal, VeriFactu supone una profunda modernización del sistema de facturación. Desde el 1 de enero de 2026, las empresas deberán emitir facturas electrónicas bajo este sistema, mientras que los autónomos tendrán hasta el 1 de julio de 2026 para cumplir con la norma.
El objetivo principal es reforzar la transparencia fiscal y mejorar la trazabilidad de las operaciones, permitiendo a la Agencia Tributaria acceder en tiempo real a la información de cada factura emitida. Con ello se busca reducir el fraude fiscal y acelerar la digitalización contable en todos los niveles empresariales.
Qué implica VeriFactu y a quién afecta
Todos los programas de facturación y contabilidad deberán estar homologados por la Agencia Tributaria y cumplir con los estándares técnicos establecidos. Entre las principales obligaciones destacan:
- Garantizar la integridad y conservación de las facturas.
- Generar un registro automático por cada factura emitida.
- Transmitir los datos de forma segura e inmediata a la Agencia Tributaria.
- Encadenar las facturas para facilitar la trazabilidad y su comprobación.
- Permitir la anulación controlada de registros en caso de error.
- Incluir firma electrónica, huella digital (hash) y código QR identificativo.
La normativa afectará a sociedades, autónomos, comunidades de bienes y profesionales que emitan facturas en España, salvo aquellos que ya trabajen con el Suministro Inmediato de Información (SII) o que operen en territorios forales como País Vasco y Navarra.
Los riesgos de no adaptarse a tiempo
El desconocimiento o la falta de previsión pueden acarrear consecuencias importantes. Las sanciones por incumplimiento pueden alcanzar los 50.000 euros, además de generar errores contables, retrasos administrativos o pérdidas de productividad.
Por ello, se recomienda que pymes y autónomos revisen cuanto antes si su software de facturación cumple con los requisitos de VeriFactu, o si necesitarán actualizarlo o cambiar de proveedor. Prepararse con antelación permitirá evitar problemas en 2026 y garantizar una transición sin sobresaltos.
Una oportunidad para digitalizar la gestión empresarial
Aunque la implantación de VeriFactu pueda percibirse como una carga, también representa una oportunidad para modernizar la gestión y optimizar los procesos internos. Adoptar soluciones digitales adecuadas puede ayudar a mejorar la productividad, reducir errores humanos y ofrecer una visión más clara del estado financiero del negocio.
En definitiva, anticiparse al cambio permitirá comenzar 2026 con tranquilidad, con un sistema de facturación más seguro, eficiente y adaptado al futuro digital.