En Málaga, los churros son más que un simple desayuno: son parte de la identidad gastronómica de la ciudad. Desde los clásicos tejeringos hasta las porras alargadas, recorrer las churrerías malagueñas es un auténtico viaje de sabor y tradición.
Los churros en Málaga; una verdadera tradición. Es muy común encontrar en cualquier barrio alguna churrería sirviendo este tremendo manjar.
Sus ingredientes son tan simples como: agua, harina, aceite y sal. Lo cual los hace super versátiles. Los tejeringos; variedad de churro malagueño, de masa mucho más consistente que los churros tradicionales. Su elaboración con masa fresca es más compleja y artesanal que en los otros tipos de churros.
En cuanto bajan las temperaturas apetecen, más que en otros momentos del año, siempre acompañados de un buen chocolate. Aunque tampoco resultará raro ver a más de uno disfrutarlos con su café, de Santa Cristina, como no podía ser otro, y sus infinitas variedades que sólo aquí se conocen: largo, cortado, nube, sombra, mitad…
Casa Aranda fundada en 1932, por D. Antonio Aranda, se ha convertido en un clásico del centro de Málaga con sus famosos churros alargados (porras). Sin duda, ha sido, es y será punto clave de reunión en invierno.
En 1892 abre sus puertas el Café Madrid como confitería y tienda con un pequeño salón, aunque en poco tiempo se ampliaría como café ocupando el local colindante y el piso superior. Los churros que sirven aquí son los llamados ‘madrileños’. Hoy en día es unos de los símbolos de Málaga por su antigüedad, servicio y calidad que ofrece.
El Pastelero Real, paraíso de los celiacos e intolerantes a la lactosa. Por supuesto, tenía que estar en esta lista, porque cada vez son más las personas que sufren de estas intolerancias. En este acogedor establecimiento puedes disfrutar de una gran variedad de productos sin preocuparte por la contaminación cruzada. Probamos sus churros y fueron un descubrimiento, increíblemente esponjosos y poco aceitosos. ¡Seas intolerante o no, te recomendamos 100% que los pruebes!
Dejando atrás los clásicos nombrados, no se nos puede olvidar mencionar los tejeringos de Los Valle; cafetería de toda la vida, en calle Cuarteles, abiertos desde 1945, el secreto del éxito es su receta artesanal que da como resultado tejeringos gruesos y jugosos. Junto a sus famosos churros, encontrareis los deliciosos pitufos.
A Churrería La Malagueña se le atribuye eso de que son “los Tejeringos de Málaga”. Por su forma de prepararlos, tal y como se hacían antiguamente. Además, la calidad del servicio es clave en Churrería La Malagueña, los empleados se esfuerzan por dar una buena atención. Un ambiente familiar donde los clientes se sienten como en casa.