No hay transformación en las empresas si esta no empieza por uno mismo

Una gran mayoría de los líderes actuales entiende que el contexto actual VUCA o BANI predispone a adoptar un estilo de afrontamiento para el que muy pocos están preparados. Nos encontramos en un entorno profesional donde ya no hay certezas, donde los cambios surgen de forma repentina y donde la ambigüedad parece ser el marco para las múltiples interpretaciones. Todo ello, refrendado por los datos que emergen de los estudios sobre estilos de liderazgo e impacto organizacional a los que he dedicado estos últimos años, y que apuntan hacia cuatro factores de comportamiento que marcarían la diferencia para guiar a una empresa hacia el éxito. En otras palabras, para alcanzar el “Metaliderazgo”, es decir una forma de liderar que adapta el comportamiento en función de las necesidades del equipo, empresa u organización.

Son los denominados metalíderes los que logran resultados porque, entre otras cuestiones, saben cómo desarrollar a su gente, promover el cambio, y en definitiva liderar desde los valores nucleares.

Lograr resultados significa orientar el comportamiento hacia la disciplina, la resistencia, y la tenacidad para perseguir los objetivos con total determinación, satisfaciendo sus necesidades a través del control. A este tipo de líderes no les gusta perder el tiempo ni les atrae la parte sentimental, dramática o emocional. Solo pretenden alcanzar los resultados.

En lo que se refiere a desarrollar a su gente, este tipo de liderazgo se centra en la idea de que el camino al éxito pasa por el conocimiento y que, cuando se alcanza, el líder consigue que el equipo, la empresa o la organización sea muchísimo mejor. Su paradigma o mantra es: “El conocimiento es poder”. Es perfeccionista por naturaleza y evita la ambigüedad, la desinformación, o la ignorancia, tanto en sí mismo como en los demás. Su principal fortaleza es el deseo de comprender el sector en el que opera, así como la empresa, la organización, el proyecto empresarial.

El líder orientado a promover el cambio tiene el objetivo de transformar lo ordinario en extraordinario. Es aquel líder que tiene la capacidad de convertir los sueños en realidad. Centrado en la creación, su especialidad es dar vida, crear e innovar, por eso su mantra es: “Todo lo que imaginas puedes hacerlo posible”.

Finalmente, el liderazgo desde los valores nucleares significa primar ante todo la unificación, la unión del equipo, empresa u organización en pro de alcanzar el objetivo. Su sueño es que todo sea armonioso y para conseguirlo cuenta con su principal fortaleza: comprometerse, vincularse con total responsabilidad con todo cuanto le rodea, colaboradores, equipo, empresa u organización y resto de stakeholders, por eso su mantra es: “Todo lo que imaginas puedes hacerlo posible”.

Los metalídereres son esos entrenadores, -coaches- que trabajan codo con codo con sus colaboradores y equipo capacitándolos para el trayecto. Tienen una consciencia critica de sus propios puntos fuertes y débiles y se lanzan a afrontar situaciones que les permiten adquirir nuevas competencias y comportamientos.

En otras palabras, comprenden que se encuentran involucrados en una transformación y que esta comienza en ellos mismos.

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