Qué no te puedes perder en Triana

En Pymes Magazine queremos seguir ofreciendo lugares y rincones de nuestra ciudad fundamentales. Hoy en nuestra guía y ruta por la ciudad nos gustaría compartir con vosotros algunos puntos de, posiblemente, el barrio más conocido de la ciudad: Triana. Sevilla no se entiende sin Triana, sin su gente, sin sus rincones, sin sus negocios emblemáticos, ni sus monumentos,…  Así que hoy vamos a hacer un recorrido por algunos de los puntos clave que no puedes perderte.

Puente de Triana

Parece obvio, pero el Puente de Triana es seguramente el rincón más conocido de este barrio sevillano. En realidad se llama Puente de Isabel II. Fue construido en 1852 y es el puente más antiguo de la ciudad. El diseño escogido era análogo al del Puente Carrousel, hoy desaparecido, que se levantaba, en París, sobre el rio Sena, que había sido ejecutado en 1834 por el ingeniero francés Polonceau. El proyecto del nuevo puente del Guadalquivir se encargó a los ingenieros franceses Gustavo Steinacher y Fernando Bernadet. Los materiales utilizados fueron pilares de piedra y hierro, sin utilización de madera. En la orilla de Triana se estableció una gran rampa de contención que llega hasta la calle de San Jorge. Se impuso que las piezas de fundición fuesen construidas en España, en concreto en Sevilla, en los talleres de los hermanos Bonaplata.

El puente fue declarado Monumento Histórico Nacional el 13 de abril de 1976.mUn año más tarde, en 1977, fue restaurado según proyecto del ingeniero onubense Juan Batanero, dirigiendo las obras el ingeniero sevillano Manuel Ríos Pérez. Por esta reforma, se instaló un nuevo tablero y los arcos dejaron de tener función estructural, quedando como elementos puramente decorativos. Se reinauguró el 13 de junio de 1977.

Capillita del Carmen

No existe una capilla más pequeña, ni más singular. Se ubicada al final del puente Isabel II y fue construida en 1928, obra del arquitecto Aníbal González. Construida con ladrillo limpio y cerámica trianera, conforma un pequeño pero bello monumento. Al igual que en la Plaza de España, Aníbal González colaboró en esta obra con el ceramista Emilio García García.

El edifico de ladrillo visto y cerámica trianera se compone de dos cuerpos, la propia capilla y un campanario de planta octogonal, que recuerdan la forma de un “mechero” de yesca por lo que se le da esa denominación popularmente. En los azulejos de la cúpula de la capilla se representa el escudo del Carmen. La capilla se remata con un templete en el que se encuentran Santa Justa y Rufina y la Giralda. La puerta de la capilla es de reja acristalada, lo que permite el culto de forma permanente.

Centro de Cerámica de Triana

El objetivo de este centro es representar la historia de la tradición alfarera en Triana, así como servir de centro neurálgico de recepción, interpretación y estructuración de la visita al barrio. Todos los elementos con significado arqueológico, antropológico y arquitectónico son mostrados en su contexto original: los hornos han sido restaurados y puestos en valor, y se conservan los recorridos y las relaciones de las distintas profesiones que se aunaban en la misma localización.

La propuesta arquitectónica se organiza desde la puesta en valor del conjunto, así como otros de indudable valor espacial, etnológico y antropológico. El centro cuenta con dos plantas: la baja, en la que se muestra una exposición permanente y visita de los restos puestos en valor para la interpretación de la cerámica sevillana; y la planta alta, centro de documentación especializado, así como un espacio para la interpretación y guía de los itinerarios turísticos del barrio de Triana.

Mercado de Triana

Se trata de un mercado o Plaza de Abastos que se ubica en la plaza del Altozano junto al Puente de Triana. En los bajos del mercado se encuentran los restos del Castillo de San Jorge, sede del antiguo tribunal inquisitorial. Este castillo fue sede de la Inquisición desde 1481, si bien su construcción inicial es de época árabe, data de 1171. Afectado por el continuo abandono y sucesivas crecidas del Guadalquivir, en 1823 se instaló en su solar el mercado, popularmente conocido como Plaza de Abastos. Con motivo de la Exposición Universal de Sevilla (1992) y con el objetivo de modernizar el citado mercado, se demolió, saliendo a la luz los restos del castillo y de un cementerio almohade. El mercado se trasladó provisionalmente a la calle Pagés del Corro. En 2001 se inauguró el nuevo mercado de triana en su tradicional ubicación.

Castillo de San Jorge

Este castillo refleja una importante parte de nuestra historia: la importancia defensiva del Castillo fue disminuyendo con los siglos y en 1481 se convertiría en sede de la Inquisición Española, que lo abandonaría en 1626. Tras esto, fue cedido al Conde Duque de Olivares. En 1639 volvería a ser de la Inquisición hasta su marcha definitiva en 1785. En el siglo XIX el Castillo fue demolido para crear un ensanche desde la Plaza del Altozano hasta la Calle Castilla.

En 1823 se instala en el solar del Castillo el Mercado de triana, que ha seguido en funcionamiento hasta la actualidad. En 2009 el Ayuntamiento de Sevilla inaugura el proyecto del Castillo de San Jorge, creando así un centro de interpretación de las ruinas y de la represión religiosa que supuso la Inquisición Española. (En 1805 Beethoven estrena su ópera Fidelio, sobre una prisión sevillana donde a finales del siglo XVIII existen presos de conciencia. Si bien no lo nombra específicamente en el texto, es muy probable que el compositor se estuviera refiriendo al Castillo de San Jorge).

Parroquia de Santa Ana

Comenzó a construirse en el año 1276, por orden del rey Alfonso X. Tras la conquista de la ciudad, el propio Alfonso X, a partir de un primer núcleo de población, había dispuesto una puebla al sur de la fortaleza, frente al puerto, que sería el origen del arrabal del mismo nombre, donde se encuentra el templo de Santa Ana. En un principio esta iglesia debió estar fortificada, ya que fue la primera que se levantó extramuros de la ciudad tras su reconquista, conservándose los característicos remates almenados sobre las cubiertas de sus terrazas. La iglesia debió quedar terminada a principio del siglo XIV, cuando se colocó la inscripción mencionada anteriormente. Durante la primera mitad del mismo siglo se levantó la torre.

A finales del siglo XIV se reedificó el templo, probablemente deteriorado por los daños ocasionados por el terremoto de 1355. En el siglo XV se continúa el proceso constructivo, levantándose en la nave de la izquierda, la denominada Capilla del capitán Monte Bernardo constituida por dos tramos cubiertos con bóvedas estrelladas. A mediados del siglo XVI se erigió La Capilla Sacramental, más cercana a la cabecera y de planta cuadrada, y a principios del siglo XVII se acomete la Capilla Bautismal, también de planta cuadrada y cubierta con una bóveda semiesférica, en 1680 se cubre también la capilla Sacramental con una bóveda del mismo tipo.

El Terremoto de Lisboa de 1755 dañó seriamente el edificio, que fue remodelado por el arquitecto Pedro de Silva, momento en que se modificó sensiblemente la imagen de las portadas y la cabecera. Sobre el año 1920 se restaura la portada gótica de la nave de la izquierda, donde aparece al exterior una pequeña lápida de un antiguo cementerio parroquial, y en 1972 es objeto de una completa restauración que llevó a cabo el entonces arquitecto conservador de los Alcázares, Rafael Manzano, en la que hizo desaparecer la decoración interior de carácter barroco.

Calle Betis

Es una de las calles más conocidas de Sevilla. Sus colore hacen de ella un rincón único. Las fachadas de sus viviendas y comercios hacen frente al río Guadalquivir. Además, tienen enfrente a algunos de los principales monumentos del casco histórico como la Torre del Oro, la Plaza de Toros, y el Teatro de la Maestranza.  Es un lugar perfecto para parar a comer, a tomar algo, para entrar en algunos de sus locales de flamenco, o simplemente para sentarse en sus bancos y observar una puesta de sol.

Callejón de la inquisición

Este callejón mítico lo encontramos en el Paseo de la O desde la calle Castilla. Es un callejón plagado de historia: en el siglo XV este callejón eran los últimos metros por el que pasaban muchos de los herejes condenados por el tribunal la Inquisición. El callejón está situado en las que fueron las laderas del castillo de San Jorge, que era la fortificación de la sede del Santo Oficio de Sevilla, cárcel de herejes y tribunal de la Inquisición.

Paseo de la O

Se encuentra en una de las zonas con más esencia de Sevilla, está situado al lado del Castillo de San Jorge, antiguo Castillo de la inquisición, y ofrece unas magníficas vistas del río y de la ciudad.

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