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Las falsificaciones se han convertido en un problema creciente en la industria retail, generando pérdidas multimillonarias y afectando tanto a las marcas como a los consumidores. En este contexto, la tecnología RFID (Identificación por Radiofrecuencia) se presenta como una herramienta revolucionaria para combatir esta problemática, garantizando la autenticidad de los productos y mejorando la trazabilidad en la cadena de suministro.
Un problema global con impacto millonario
Según la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), las empresas europeas pierden hasta 60.000 millones de euros anuales debido a falsificaciones. En el caso particular de la moda, las pérdidas superan los 26.000 millones de euros al año, afectando tanto a grandes firmas de lujo como a minoristas de menor escala.
El crecimiento de plataformas de venta multimarca y el auge del comercio electrónico han dificultado la detección de productos falsificados, poniendo en riesgo la rentabilidad de las marcas y la seguridad de los consumidores. La necesidad de herramientas eficaces para verificar la autenticidad de los productos nunca ha sido tan urgente.
La tecnología RFID como solución
El RFID se ha convertido en un recurso innovador que permite rastrear cada producto desde su fabricación hasta el punto de venta. Su sistema de etiquetado único y codificación individual impide la entrada de productos falsificados en la cadena de distribución. Gracias a esta tecnología, los minoristas pueden escanear los productos y verificar su autenticidad de forma instantánea.
Además, los consumidores pueden comprobar el origen del producto a través de códigos QR vinculados a la etiqueta RFID, lo que les proporciona una garantía adicional de autenticidad. Marcas de lujo como Ferragamo y Moncler ya han implementado esta solución, permitiendo que los clientes verifiquen la legitimidad de sus productos con una simple lectura de QR.
Un «DNI» único para cada artículo
El etiquetado RFID asigna una identidad única a cada producto, funcionando como un carnet de identidad digital. Mientras que un código de barras puede ser fácilmente replicado, la etiqueta RFID es inalterable, lo que reduce drásticamente las posibilidades de falsificación.
Este sistema ha sido clave no solo en la moda, sino también en la industria vinícola, donde se han detectado fraudes con botellas de marcas premium que contenían productos de dudosa procedencia. Con RFID, cada botella puede ser rastreada desde el viñedo hasta el consumidor final, garantizando la autenticidad del producto.
Hacia una mayor transparencia y sostenibilidad
El uso de RFID también se alinea con la implementación del Pasaporte Digital de Productos Textiles de la Unión Europea, que exigirá a las empresas proporcionar información detallada sobre la procedencia de los materiales y las condiciones de fabricación. Esta medida impulsará la transparencia en la industria y permitirá una mejor regulación en la comercialización de productos.
Maribel Payán Sutil, directora ejecutiva de IderoTech, explica: «Gracias a la identidad única que se puede dar a cada artículo, así como a la trazabilidad que se alcanza, se consigue una mayor transparencia y se detectan las falsificaciones rápidamente.» Además, resalta que este sistema mejora el control de inventario, evita la sobreproducción y minimiza las oportunidades de que los productos originales se mezclen con falsificaciones.
Las falsificaciones representan un desafío creciente para el sector retail, pero tecnologías como el RFID ofrecen una solución eficaz para garantizar la autenticidad de los productos y optimizar la gestión del inventario. Su implementación no solo protege a las marcas y a los consumidores, sino que también abre el camino hacia una industria más transparente y sostenible.