
Salud mental en pymes: claves para cuidar al empresario y prevenir el agotamiento
o
El liderazgo en pequeñas empresas implica riesgos emocionales que, si no se gestionan, pueden comprometer la sostenibilidad del negocio.
Emprender es un acto de valentía, pero también un desafío emocional que pocas veces se aborda de forma abierta. En las pymes, donde gran parte del peso recae en una o dos personas, el coste mental del liderazgo puede ser elevado: estrés crónico, insomnio, irritabilidad o pérdida de motivación son señales que muchos empresarios experimentan sin pedir ayuda por miedo a parecer débiles.
Según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Fundación Prevent, el 74 % de los emprendedores ha sufrido estrés crónico y casi la mitad afirma que su salud mental se ha visto afectada por la presión laboral en los últimos tres años. La falta de desconexión, la soledad en la toma de decisiones y la presión económica son factores recurrentes.
Frente a ello, expertos en salud laboral recomiendan tres acciones esenciales: establecer límites claros en horarios y comunicación, pedir apoyo profesional para gestionar tensiones y emociones, y cultivar hábitos saludables como el descanso suficiente, el ejercicio y la desconexión digital.
Algunas pymes ya aplican medidas innovadoras como horarios flexibles, programas de apoyo psicológico o formación en gestión emocional para líderes, con resultados en forma de mayor motivación, menor rotación y mejor clima laboral. Además, desde mayo de 2025, la legislación obliga a evaluar riesgos psicosociales e integrar el bienestar mental en la prevención laboral.
Hablar de salud mental en la empresa y generar una cultura que normalice el autocuidado del líder no es un lujo, sino una estrategia de sostenibilidad. Un empresario que se cuida inspira y fortalece a todo su equipo.
Puedes leer el artículo completo en la edición de agosto de PYMES Magazine Sevilla. (Lee la revista completa aquí)