Cada vez que doy una charla, o comienzo una sesión de mentorización, empiezo pidiendo al respetable que, durante la misma, se mantengan por encima del Punto de Poder. Caras de sorpresa, la mayoría desconocen el punto “P”, ese punto increíble que les va a ayudar a alcanzar lo máximo.
Claro está que te voy a explicar en qué consiste y cómo tienes que estar por encima, ya que eso tiene importantes implicaciones, como verás, en tu empresa.
El Punto de Poder es algo parecido al Punto Muerto, o como dicen los modernos” Break Even”, el momento en el que empiezas a ganar, el momento en el que te empoderas y haces que todos te sigan, el momento en el que te haces responsable de tus actos, de las consecuencias, el momento en el que asumes realmente el mando de la situación, ves oportunidades, si no sale, lo vuelves a intentar. Es el lugar desde donde inspiras, te haces confiable y creas tu liderazgo, pues eres alguien que no solo te has cargado de energía, sino que además la contagias. Es como un imán.
Para que lo comprendas mejor, te voy a explicar qué ocurre, cuando estás debajo de ese Punto de Poder; le echas la culpa de tus fracasos a otros, siempre hay un culpable, menos tú. Niegas realidades y lo ves todo negativo, te estás quejando continuamente, criticas, hablas, pero no actúas, el mundo es un desastre, tu negocio no es una excepción, la gente viene a aprovecharse de ti. Podría continuar con muchas más cosas que te ocurren por debajo del punto “P”, pero hay una que es importante y sobre la que vamos a hablar, es que también se contagia.
Desde mi primer trabajo acostumbraba a entrar con mucha energía en la empresa, mis compañeros y colaboradores sabían que llegaba, porque pisaba fuerte y nada más entrar saludaba con un enérgico ¡¡Buenos días españoles!!, a lo que me contestaban ellos con sus buenos y enérgicos días.
Durante 30 años, he estado entrando así, casi todos los días en las empresas en las que he estado, que han sido varias. He dicho casi todos los días, porque había algunos, que no estaba fino y me había caído del punto mágico, ese día notaba que había un ambiente raro, cierta preocupación, algunos venían a verme y me preguntaban si había ocurrido algo, o si había tenido un contratiempo. Si respondía que no, era peor, pues empezaban a elucubrar sobre qué estaba pasando. La consecuencia era que ese día había contagiado de mi pesimismo y falta de energía a toda la organización, ya no lo veían tan claro, no se hacían responsables y además desencadenaba aguas abajo el mismo sentimiento de fracaso o de impotencia que habían percibido en mí.
Volvemos a ti empresario; en estos tiempos complicados, de incertidumbre, inflación, escenarios inciertos y lo que quieras poner. ¿Estás por encima o por debajo del Punto de Poder?
Como empresario, como líder, debes de estar siempre por encima del Punto de Poder, es desde donde vas a encontrar soluciones, vas a saber qué hacer, vas a motivar a tu equipo, a tus clientes, a tus proveedores, vas a vivir mejor, pues tendrás más alegría alrededor tuyo, ahuyentarás temores, pensarás más claro, conseguirás que tu gente te apoye y tendréis éxito.
Si por el contrario llegas por la mañana derrotado, tus comentarios son del tipo; esto es un desastre, no hacemos nada bien, la culpa es del gobierno (aunque lo sea), la competencia es mejor que nosotros, somos los más caros y todo lo que algunos suelen decir, lo que ocurrirá es que tus palabras se convertirán en realidad, en tu realidad. Tu personal se desmoralizará, tus clientes y proveedores dejarán de confiar en ti y en tu empresa. Nadie querrá seguir a un perdedor. ¿De verdad quieres esto?
Necesitamos estar por encima del punto “P”, pero siendo realistas, irse al otro extremo tampoco es bueno, pero sí cargados de energía y de ilusión, aunque no nos parezca el mejor momento.
Recuerda. Nadie le compra a un triste. ¿Hablamos?