Antes de correr, tienes que saber andar

Saludos, camarada empresario/a.

Pestañea y te lo pierdes, estamos encarrilando el final del T1 de este año.

No sé si será tu caso, pero observo que hay muchos/as compañeros nuestros, en prácticamente todos los sectores, que andan despistados, como John Travolta en el famoso “meme” que ilustra este artículo

Despistados, porque los rápidos cambios en las conductas de los clientes, en el mercado, en la sociedad, en la tecnología, en el mercado de la mano de obra… les han pillado con el pie cambiado (por no decir con la ropa interior por los tobillos. Ya me entiendes).

Cuando ya creíamos que teníamos dominado (o al menos conocido) el “entorno VUCA” (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo), resulta que hay quien dice que es “domesticable” porque es predecible, y va y aparece otro concepto, con otro carro de siglas: el “BANI”:

B (Brittle, en ingles)= Quebradizo/Frágil

A = que genera Ansiedad

N = que es No-linear – es decir, que es incoherente, que las causas y los efectos no parecen tener relación.

I = Incomprensible.

Lo llames como lo llames, la cosa es que el entorno es hostil, confuso, cambiante.

Si eres de los míos, puede que pienses que…vaya sorpresa, siempre ha sido cambiante, hostil y confuso. El problema actual parece que es la velocidad de dichos cambios, más que los cambios en sí mismos.

Seamos coherentes. Tal vez lo que nos hace falta es adquirir (o más bien diría yo entrenar, porque muchas de ellas se tienen integradas, aunque sean casi invisibles) una serie de habilidades y capacidades que nos equipan para hacer frente a todo esto…con mayores probabilidades de salir victoriosos.

Ah, sí. Que a estas habilidades las llaman “habilidades blandas” (soft skills). Vaya tontería de adjetivo les han puesto cuando son las más fundamentales y potentes, ¿verdad?. Pero imagino que había que ponerles un nombre…

Veamos: si sabemos que el entorno es “frágil” tendremos que trabajar de forma que nuestra empresa sea resistente o, mejor aún resiliente: nuestro modelo de negocio debe ser entendible, flexible, ágil, replicable. Tenemos que ser capaces de, si nos caemos, rebotar enseguida para ponernos de pie y sacudirnos el polvo.

Para ello, no hay nada más poderoso que el autoconocimiento de nuestros propios recursos, de cómo funcionamos, de lo que queremos lograr, de cómo transformamos la vida de nuestros clientes. 

Conocer al dedillo cada rincón y circunstancia, te permite ser pragmático y estratégico. Te permite crear planes de contingencia, procedimientos operativos, estrategias de corto y medio plazo. Aplicar mejora continua. Estar siempre con los ojos y la mente abierta para aportar soluciones.

Te da agencia y responsabilidad.

Esa agencia y responsabilidad, es contagiosa. Además puedes (¡y debes!) desarrollarla en tu equipo.

Las personas responsables de sus propias áreas y tareas, con autonomía y con conocimiento de la visión general compartida, son los empleados más eficaces y eficientes que puedes imaginar.

La claridad, la transparencia, la responsabilidad y los valores disuelven la ansiedad. Nadie está asustado con el qué pasará, que marrón caerá. Nadie tira balones fuera, ni le echa la culpa al compañero/a.

Ese autoconocimiento y capacidad estratégica, te dota de las herramientas para trabajar en entornos cambiantes, no lineales, y en, apariencia, incoherentes o incomprensibles: Te permite sistematizar, analizar diferentes escenarios, priorizar, descartar lo innecesario, delegar lo delegable. Te da foco y capacidad de multiplicar tu productividad. Y la de tu equipo, porque como hemos dicho, esto se puede hacer contagioso.

La respuesta no está en la última herramienta de IA. Para nada. Al fin y al cabo, sólo son herramientas. En la mano de alguien sin habilidad y sin visión para saber dónde aplicarla y cómo hacerlo, restan más que suman.

No te dejes seducir por lo que brilla, sobre todo si no tienes cubiertas las bases. No intentes correr antes que andar.

Como he indicado, está dentro de ti, pero no estás acostumbrado/a a gestionarlo. Porque estamos siempre pendientes de lo que hay ahí fuera, cuando las respuestas las tenemos tan cerquita.

En resumen, mi recomendación para este mes es que te tomes un momento para reflexionar sobre estos temas que te he comentado, no te dejes llevar por la última moda, y estructures y organices toda tu empresa con el hilo conductor de estos criterios.

Ánimo y adelante. Tú puedes.

Brindo por tu autoconocimiento y tu éxito.

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