Descubre Málaga en 3 días

Málaga, la hermosa ciudad de la Costa del Sol en el sur de España, es un destino lleno de historia, cultura, sol y playa. Con su encanto andaluz, Málaga ofrece a los visitantes una combinación única de arquitectura histórica, deliciosa gastronomía, increíbles vistas panorámicas y una vida nocturna animada. En solo tres días puedes explorar esta ciudad y vivir una experiencia inolvidable llena de emocionantes descubrimientos.

DÍA 1

Comienza tu aventura en Málaga explorando su rica historia y cultura. Dirígete al impresionante Teatro Romano, un antiguo anfiteatro del siglo I a.C., que tras permanecer oculto durante siglos, fue descubierto en la década de 1950 y restaurado para el disfrute de los visitantes. Desde allí, sube a la colina hasta la Alcazaba, una fortaleza morisca con impresionantes vistas panorámicas de la ciudad y el mar. Su principal característica son los tres muros concéntricos que la ciñen, confiriéndole un carácter militar de máxima seguridad entre la demás construcciones similares de la España musulmana.

Continúa tu recorrido hacia el Castillo de Gibralfaro, ubicado junto a la Alcazaba. Esta fortaleza ofrece una visión fascinante de la historia militar de Málaga y ofrece vistas panorámicas inigualables de la ciudad y la costa. Después de explorar el castillo, date un paseo por el casco antiguo de Málaga, conocido como el centro histórico, y visita la Catedral de Málaga, también conocida como la “La Manquita” debido a su torre incompleta. La torre norte se eleva hasta los 84 metros de altura, siendo la segunda catedral más alta de Andalucía, detrás de la Giralda de Sevilla.

DÍA 2

El segundo día está dedicado al arte y la deliciosa gastronomía malagueña. Comienza tu día visitando el Museo Picasso, situado en el Palacio de Buenavista. Aquí podrás admirar una extensa colección de obras del famoso pintor Pablo Picasso, nacido en Málaga. Sumérgete en su genialidad y aprecia la evolución de su arte a lo largo de los años. Las 233 obras que reúne la Colección Museo Picasso Málaga abarcan las innovaciones revolucionarias de Picasso, así como la amplia variedad de estilos materiales y técnicas que dominó.

Después de disfrutar del arte, es hora de deleitar tus papilas gustativas con la auténtica gastronomía malagueña. Dirígete al Mercado Central de Atarazanas, donde encontrarás una amplia variedad de productos frescos y locales. Prueba platos típicos como el espeto de sardinas, el pescaíto frito y el gazpacho. No olvides acompañar tu comida con un delicioso vino dulce de Málaga.

El recinto del Mercado Central data del siglo XIV y en sus orígenes lo ocupaba unos astilleros nazaríes. Tras la Conquista cristiana, el edificio comenzó a usarse como almacén, arsenal, hospital militar y cuartel. Fue en 1.870 cuando se aprobó el proyecto del arquitecto Joaquín Rucoba para construir un nuevo mercado de abastos. La intervención de la Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga consiguió salvar la antigua puerta monumental, que pasó a convertirse en la puerta de la fachada principal, la cual en esta época daba al mar.

Por la tarde, da un paseo por el paseo marítimo de Málaga, conocido como La Malagueta. Disfruta de las hermosas vistas al mar, relájate en la playa o date un chapuzón en el Mediterráneo.  Si buscas un poco de emoción y actividad, puedes probar diferentes deportes acuáticos como el paddle surf, el kayak y el jet ski, disponibles para alquilar en la playa. Al caer la noche, explora el vibrante barrio de La Merced, donde encontrarás bares de tapas, restaurantes y pubs con música en vivo.

DÍA 3

En tu último día en Málaga, dedica tiempo a disfrutar de la belleza natural que rodea la ciudad. A solo unos kilómetros del centro, se encuentra el Parque Natural de los Montes de Málaga, un entorno tranquilo y pintoresco perfecto para hacer senderismo o ciclismo. Los Montes de Málaga responden a un macizo de relieve muy accidentado, donde apenas existen valles o planicies, surcado por infinidad de vaguadas, arroyos, torrentes, veredas empinadas y pasos imposibles.

Después de disfrutar de la naturaleza, dirígete a las playas de Nerja, un hermoso pueblo costero a aproximadamente una hora en coche de Málaga. Aquí encontrarás playas de aguas cristalinas y la famosa Cueva de Nerja, una impresionante formación subterránea que alberga estalactitas y estalagmitas. Hay que destacar los restos arqueológicos encontrados, útiles, fósiles y pinturas, ya que la cueva fue habitada desde hace unos 25.000 años, estando oculta los últimos 3.000 años, lo que ha permitido su protección. Pero lo más atrayente es la gran columna situada en la sala del Cataclismo, con una altura de 32 metros y un diámetro de 18 metros.

Antes de despedirte de Málaga, asegúrate de saborear una última experiencia gastronómica en uno de los chiringuitos de la playa. Prueba platos como el pescaíto frito, las gambas al pil-pil o la paella de mariscos.

Aquí tienes algunos platos y productos típicos que no debes dejar de probar cuando visites esta ciudad:

Espeto de sardinas: Este plato es un emblema de la gastronomía malagueña. Consiste en sardinas frescas ensartadas en una caña de pescar y asadas a la brasa sobre fuego de leña. 

Gazpacho malagueño: El gazpacho es muy popular en toda España, pero en Málaga tiene su propia variante. El gazpacho malagueño se prepara con almendras, pan, aceite de oliva, ajo, vinagre y hortalizas frescas como tomates y pepinos. 

Pescaíto frito: Málaga es famosa por su pescaíto frito. Se trata de pequeños pescados, como boquerones (anchoas), pijotas o acedías, que se rebozan en harina y se fríen en aceite de oliva hasta que quedan crujientes y dorados. Se sirve con una rodaja de limón y es perfecto para compartir como tapa.

Porra antequerana: Similar al gazpacho, la porra antequerana es otra sopa fría típica de Málaga. Se elabora con pan, tomates maduros, aceite de oliva, ajo y pimientos, y se sirve fría. Se suele acompañar con trozos de huevo duro y jamón serrano.

Fritura malagueña: Además del pescaíto frito, la fritura malagueña incluye una variedad de mariscos y vegetales que se rebozan y se fríen. Gambas, chopitos (calamares pequeños), boquerones y berenjenas son algunos de los ingredientes comunes en esta mezcla de sabores y texturas.

Vino dulce de Málaga: Málaga es conocida por su vino dulce, que se produce en la región. Hay varias variedades, como el vino moscatel o el vino Pedro Ximénez, que son ideales para acompañar postres o disfrutar por sí solos. Su sabor dulce y afrutado es un verdadero placer para el paladar.

No te olvides de disfrutar de los productos locales, como aceitunas, aceite de oliva virgen extra, quesos de cabra malagueños y las famosas pasas de Málaga. Estos ingredientes auténticos agregan un toque especial a la gastronomía de la región.

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