“En el contexto empresarial actual es el rápido el que se come al lento”

Más de 2.000 asistentes de todo el mundo han situado a Sevilla en el epicentro de la innovación y el emprendimiento en el ecosistema Startup los 13, 14 y 15 de diciembre. Organizado por la Asociación Internacional Startups y la Red Business Market la cumbre ha reunido a las principales figuras del ámbito del emprendimiento de todo el mundo. 

Uno de los ponentes invitados ha sido el experto en liderazgo organizacional, Ignacio Campoy, Doctor Honoris Causa por la Universidad CLEA México y autor de libros como “Metaliderazgo, la ruta del éxito”, “Máster Coach Empresarial” y “El libro del Neuroemprendedor”. Campoy abrió su ponencia haciendo suya la frase de Steve Jobs, “la única forma de predecir el futuro es inventarlo” y queremos saber en esta entrevista, cuáles son las claves de esa invención.

Se ha referido a la importancia de ejercer un estilo de liderazgo basado en el ser y no en el hacer, ¿cómo se aterriza esto en las empresas actuales?

Para liderar debemos primero tener totalmente claro que el liderazgo se ejerce desde dentro hacia fuera. Llegar a ser un buen líder significa que debemos potenciar al máximo nuestro liderazgo interior, para posteriormente, impactar de manera positiva y llevarlo a nuestro liderazgo exterior.  Para ello primero tendríamos que hablar de las cinco escalas y 15 subescalas que tendríamos que potenciar al máximo y que son las siguientes

La primera es la percepción de sí mismo. Aquí incluiríamos el autoconcepto, la autorrealización y la autoconciencia emocional. En segundo lugar, estaría la expresión de sí mismo, con las subescalas de la expresión emocional, la  asertividad y la interdependencia. En tercer lugar, está la escala interpersonal donde se incluirían las subescalas de las relaciones interpersonales, la empatía y la responsabilidad social. La penúltima escala es la de la toma de decisiones donde encontramos las subescalas de la resolución de problemas, la prueba de la realidad y el control del impulso y finalmente, encontramos la escala del manejo del estrés, con la flexibilidad, la tolerancia al mismo y el optimismo. 

Este estilo de liderazgo, que está a otro nivel, lo explica detalladamente en su libro “Metaliderazgo, la ruta del éxito”. ¿Cuáles son sus claves?

En mi libro sigo la línea del doctor por la Universidad de Harvard William Moulton Marston y de esta forma, he investigado sobre la orientación del líder hacia las tareas o las personas y su efecto en su liderazgo y en su conducta y hábitos. A lo largo de los últimos años de mi vida, concretamente 13, me he dedicado a estudiar muchos perfiles de liderazgo, fundamentalmente centrándome en sus comportamientos. En este sentido, y siguiendo la línea del doctor Marston, he profundizado sobre los cuatro comportamientos universales de los líderes: Dominantes (D), Influyentes (I), Sustentables (S) y Concienzudos (C) con el objetivo, descrito en el libro de que el lector interesado en alcanzar el Metaliderazgo sepa entender y describir su propio comportamiento en función de cómo está distribuyendo sus cuatro comportamientos de personalidad. Ninguno de ellos es mejor que otro, el Metaliderazgo que explico en mi libro significa liderar a otro nivel, conjugando estas cuatro dominancias.  

Refiriéndose al papel que hoy en día juegan las start ups como motores de cambio en un mundo VUCA, una de sus afirmaciones es que ya no tiene valor la máxima de “el grande se come al chico”. ¿Qué es lo que hay que tener en cuanta hoy para asumir la ruta del éxito?”

“El grande se come al chico” ha sido un paradigma o mantra empresarial hasta el siglo XX, pero hoy hay un nuevo mantra o paradigma que dice “el rápido es el que se come al lento”. 

La historia reciente está llena de ejemplos de empresas multinacionales que cerraron o fracasaron por no saber innovar. Es el caso de grandes multinacionales que no se sumaron al camino de la innovación, como es el caso de Kodak, Nokia, Blockbuster, Yahoo, My Space, Commodore Corp, Polaroid, Terra, Nestcape, Atari, Toysrus, Yaap entre otras y que de alguna forma se quedaron en el camino. Si por el contrario buscamos ejemplos de corporaciones que han hecho suyo ese paradigma de que es “el rápido el que se come al lento”, nos encontramos con casos fácilmente identificables, como Netflix, Amazon, Facebook, Google, Apple, etc.. Fíjese que casi todas empezaron como Startups, pero fueron capaces de crecer y expandirse y llegar a dominar su sector.  Ellas nos han dejado enseñanzas como la innovación, visión a largo plazo, productos y servicios innovadores, misión o propósito global y escalabilidad.

Finalmente, díganos de forma resumida, lo que significa hoy innovar, cuando todo está sometido a una caducidad casi inmediata.

El propio diccionario de la Real Academia Española define innovar como la “creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado”. Para mí hablar de innovación significa la aplicación en el mundo empresarial de dos estrategias totalmente diferentes:

  • La innovación disruptiva
  • La innovación incremental

La innovación disruptiva genera cambios drásticos en el sector industrial o de servicios donde opera la empresa que ha llevado a la praxis dicha innovación. Son innovaciones de gran riesgo. Mientras, la llamada innovación incremental o gradual es la que llevan  a cabo normalmente todas las empresas, y es fácil de realizar, y de bajo riesgo..

La innovación tiene que ser parte del trabajo de todos los profesionales de la empresa. Porque las empresas que de verdad quieren hacerlo,  realizan innovaciones incrementales, día a día. 

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