Herramienta efectiva: La risa

Puede dar la sensación de que el uso de la risa, el humor y las emociones positivas como agentes transformadores sea una invención actual, sin embargo, hay numerosos testimonios de su uso con objetivos medicinales y de mejora de la salud en diversas culturas a lo largo de toda la historia de la humanidad. El primer dato del que se tiene constancia hace referencia al antiguo imperio chino en el que hace más de 4.000 años ya había lugares habilitados para que las personas se reunieran a reír como medio de equilibrar su salud. Aunque el uso de la risa y sus aledaños con fines terapéuticos ha estado presente a lo largo de toda la historia, ha sido a partir de la década de los 70 cuando ha comenzado a despertar el interés de la comunidad científica occidental y cuando han proliferado investigaciones y estudios de todo tipo en torno a esta saludable cuestión.

En la actualidad son incontables los trabajos que abordan los beneficios de las emociones positivas, del humor y de la risa en los diferentes aspectos de la salud humana. Es interesante destacar que a nivel práctico toda esa sabiduría popular en torno a la risa ha campado a sus anchas libremente durante miles de años por la población del planeta, sólo que es ahora cuando se le ha otorgado el respaldo oficial desde la ciencia, y gracias a ese soporte se ha impulsado el desarrollo y difusión, especialmente en la sociedad occidental, de la risoterapia tal y como la conocemos hoy en día. Antes de pasar a las propiedades saludables que poseen la risa y el humor recopiladas en las publicaciones especializadas, comienzo señalando los beneficios subjetivos que manifiestan las personas al respecto. 

Tras experimentar la carcajada durante varios minutos todas las personas sienten un estado de ánimo positivo y elevado, una actitud vital optimista, sensación de relajación global, cierto cansancio, frecuentemente molestias en los músculos abdominales, los del rostro o los del cuello como consecuencia de su contracción y ejercitación intensificada, y una mayor cercanía y simpatía hacia las personas con las que se ha compartido la risa. La risa y la carcajada son las mejores fuentes de endorfinas; así lo demuestran los estudios realizados sobre risoterapia. Se ha comprobado la influencia que tiene la risa sobre la química del cerebro y del sistema inmunitario.

El solo hecho de reproducir el gesto de la sonrisa ya hace segregar endorfinas. Las endorfinas se segregan en mayor cantidad y facilidad cuando nuestra mente no está ocupada de pensamientos que nos tensan. Lo más conveniente es practicar técnicas de relajación y sesiones de risoterapia. Más allá de los efectos inmediatos que la risa tiene en quienes la experimentan, la participación en sesiones de risoterapia genera un  espacio más amplio y profundo de consecuencias positivas y deja una estela de testimonios y te comparto algunos testimonios de empresarios y personas que han buscado cambiar el ritmo de la autoexigencia: 

Desde que hago risoterapia soy optimista y positivo, me tomo las cosas de otra manera y ya no le doy importancia a hechos a los que antes sí se la daba, este taller me da vida, me siento mucho mejor, siento que soy verdaderamente yo mismo durante la sesión, me siento más seguro y tengo menos vergüenza, me está sirviendo para superar mi depresión, vine con dolor a la sesión y ahora no me molesta nada, en el grupo hay muchísima unión y tenemos una relación muy próxima y especial, ahora me río más en mi vida cotidiana y durante mi trabajo, entre otros.

A continuación, te resumo todos los beneficios que se concluyen de las investigaciones y trabajos en torno a la risa y el humor. 

Los principales beneficios físicos de la risa son: 

  • Relaja al organismo. 
  • Favorece al corazón y al sistema circulatorio. 
  • Fortalece la función respiratoria y aumenta la oxigenación. 
  • Favorece al sistema inmunológico. 
  • Tiene efecto analgésico debido a la liberación de endorfinas. 

Los principales beneficios emocionales y sociales de la risa y el humor son: 

  • Reduce la ansiedad y el estrés. 
  • Alivia los síntomas de la depresión. Distrae de preocupaciones y corta los pensamientos negativos. 
  • Refuerza la autoestima. 
  • Ayuda a afrontar positivamente los problemas cotidianos. 
  • Potencia las capacidades intelectuales. Permite estrechar relaciones, aumentar la confianza y reforzar los sentimientos de pertenencia, proximidad, amistad y amor. 
  • Predisponen a la cooperación y la solidaridad. 
  • Facilita la comunicación entre las personas. 
  • Ayuda a prevenir conflictos y hacen disminuir los niveles de agresividad. 

Estas ganancias son observables en todo tipo de edades y colectivos. 

Te invito a que vivas la experiencia de desarrollar una herramienta para tu bienestar que aporta salud y fortaleza. Así que comienza a experimentar la vida a través de la risa para ti, para tu entorno y  en tu empresa. 

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