“Los problemas sexuales más comunes son por disfunción eréctil, eyaculación precoz, anorgasmia, deseo inhibido, problemas de pareja y agresiones sexuales”

El 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual. “La salud sexual es definida como un estado de bienestar del ser humano físico, mental, emocional y social relacionado con la sexualidad. Con esta definición se afirma que la salud sexual no es la ausencia de enfermedad, disfunción o malestar” nos explica Rocío Moñino Mejias, psicóloga y sexóloga de VIVElavita.com. “Es importante para el bienestar de una persona porque es un acercamiento a la sexualidad de una forma positiva y respetuosa. Al igual que a las relaciones sexuales de las personas, sus vínculos afectivos, la posibilidad de obtener placer, experiencias sexuales seguras, libres de coacción, discriminación y violencia. Por todos estos motivos que recoge la OMS, es importante respetar los derechos sexuales de todas las personas para que puedan tener salud sexual de calidad”. Rocío Moñino nos resuelve algunas dudas sobre este tema y nos facilita algunos consejos importantes.

¿Cuáles son algunos de los problemas sexuales más comunes que las personas enfrentan y cómo se pueden abordar?

Los problemas sexuales más comunes, según el porcentaje de demandas del IASP entre el año 2000-2002 (Instituto Andaluz de Sexología y Psicología) son por disfunción eréctil (44,3%), eyaculación precoz (29,3%), anorgasmia (8%), deseo inhibido (9,3%), problemas de pareja (3,3%), agresiones sexuales (1,3%), entre otros motivos.

Así cada uno de estos motivos de consultas, disfunciones o patologías se tratan de forma personalizada con cada paciente, pero en todos los casos se requiere un primer momento para hablar de los mitos de la sexualidad. Realizar educación sexual con el paciente es clave para romper estereotipos y perjuicios, así como ganar conocimiento científico sobre la sexualidad.

¿Cuáles son los mitos más comunes sobre la sexualidad que encuentras habitualmente?

Los mitos más comunes sobre la sexualidad que llegan casi todos los días como dudas importantes para nuestros clientes son: 

El tamaño del pene como algo necesario para hacer disfrutar a una mujer: este mito ha sido culturalmente aprendido, gracias, en parte, a las películas porno. Las películas X se han encargado de visualizar multitud de encuentros de personas con penes grandes y mujeres con vaginas pequeñas que representaban el disfrute en su máximo esplendor. Aunque la realidad dista muy lejos de este cine de ficción:

  • En la mayoría de ocasiones los penes grandes hacen daño a las personas con vulva. 
  • La vulva y vagina tiene que estar muy bien estimulada previamente antes de introducir el pene para que se dilate. 
  • Además, la mayoría de terminaciones nerviosas de la vagina se encuentran al principio de ella, donde recae el clítoris interno y la zona del punto g. 

Por otro lado, en nuestra tienda vendemos anillos que hacen de tope para los penes de gran tamaño. Así las molestias no se dan en tantos casos en personas con vulva cuando tienen encuentros con personas con penes grandes. Por ello, un pene normativo o pequeño también da placer, al igual que el placer en la vagina no solo se encuentra mediante la práctica de la penetración.

En el encuentro sexual lo más importante es el coito y el resto de prácticas quedan en un segundo plano: como si fueran de una categoría inferior, os hablo del sexo oral, los besos, las caricias, los masajes, la auto estimulación, entre otras prácticas igual de importantes que la penetración. Estas prácticas eróticas pueden provocar el mismo placer que la penetración. 

– El encuentro sexual tiene que durar mucho tiempo: el encuentro sexual puede durar mucho tiempo, lo que no puede durar tanto es la penetración. Un encuentro sexual es más que eso y por ello puede durar horas. Pero no se puede pretender que esas horas sean con los genitales porque eso no hay cuerpo que lo aguante. 

Si tengo pareja no puedo masturbarme porque le estoy siendo infiel o no estoy al 100% satisfecho con mi pareja: este mito es muy interesante y hace que muchas personas por creerlo no se conozcan sexualmente y no sepan comunicarle a su pareja como le gustan que le toquen, con qué intensidad y de qué manera. La auto estimulación es una práctica sexual de alta calidad y muy valiosa para el conocimiento y la autoestima del ser humano. Es una forma de darte amor a ti misma/o y de quererte bien, además de muchos más beneficios que tiene. Pero con respecto a la pareja es muy positivo realizar está práctica de manera conjunta, al igual que por separado en nuestra privacidad. Esta práctica no tiene nada que ver con la fidelidad, ni con el respeto a tu pareja. Tampoco tiene nada que ver con la satisfacción entre ambos miembros… es una práctica más, igual de placentera, erótica y satisfactoria que otras. 

¿Cómo puede afectar el estrés y la ansiedad a la salud sexual y qué estrategias se pueden utilizar para manejarlos?

El estrés y la ansiedad influyen directamente en la salud, por lo que en la salud sexual también lo hace. 

Estos son unos buenos enemigos de la sexualidad porque activan la parte del sistema nervioso autónomo, algo que no queremos que pase en un encuentro sexual porque entonces tu cerebro se pone alerta como si algo malo estuviera sucediendo y no podrás disfrutar del encuentro. A veces, es inevitable que ocurra y el paciente ni si quiera sabe por qué se da si estabas tranquilo sin pensar en ello. El problema es que tu cerebro ya lo ha aprendido, lo hizo ponerte nervioso/a ya se ha asociado al encuentro erótico. 

Lo más importante es focalizar toda nuestra atención en el momento presente, en la práctica y la persona, así no podrás estar atenta/o a otra cosa. Suena fácil de decir lo sé, pero cuesta hacerlo cuando la ansiedad nos invade, por lo que lo mejor es acudir a una sexóloga/o para que puedas trabajar tu caso.

¿Qué consejos darías a las parejas que están experimentando una disminución en su deseo sexual?

Los motivos por lo que puede disminuir el deseo sexual son muy diversos y tendríamos que ver el caso concreto de la pareja. En general, algo que hay que tener claro es que al deseo hay que alimentarlo, ya que no nace de la nada. Por lo que seguramente cuando la pareja está bien, estable y en paz, se puede producir una disminución porque nos hemos olvidado de darle de comer y ha quedado en un segundo plano dentro del resto de actividades juntos. 

Así, para darle de comer de nuevo pueden ir a un lugar bonito, ponerse guapos y crear las ganas entre ambos miembros de la pareja. Dedicar ese tiempo a hablar del deseo, leer sobre ello, poner encima de la mesa el tema como algo importante para ustedes. 

También, se recomienda un breve juego para conocer lo que le provoca el deseo a cada persona, que estímulos externos e internos lo hacen. Para ello, solo tienes que coger las notas del móvil e ir apuntando algunos de esos estímulos. Una vez que los tenéis se lo leéis a vuestra pareja y explicáis porque creéis que os despierta ese deseo y se habla de ello. Hablar de sexo hace que el cerebro esté receptivo y segreguemos diferentes sustancias que motivan a llevarlo a cabo. Esto ocurre más cuando se habla con alguien que se tiene confianza e intimidad y puede ayudar a su conocimiento y al nuestro propio. 

Una variante de ese ejercicio para parejas de larga duración es intentar adivinar los estímulos que despiertan el deseo en la pareja, anotarlos y expresarlos en voz alta junto con su razón, para que la persona pueda confirmar su veracidad y compartir cuáles son sus verdaderos estímulos. Esta dinámica me parece sumamente interesante y puede avivar las ganas.

¿Cuál es la importancia de la educación sexual en las escuelas y cómo se puede mejorar la forma en que se aborda este tema?

La importancia de la educación sexual en las escuelas es clave para poder tener una sociedad con una buena salud sexual. Desde el principio he comentado la importancia de ella y como en terapia se usa como herramienta, ya que las personas no están educadas y llegan con mucha confusión a consulta. 

Si un adulto se encuentra así de perdido, imaginemos como un niño y adolescente puede encontrarse. Esto ha generado mucha controversia en los últimos años, y la razón principal es la falta de información sobre lo que se aborda en educación sexual.

El contenido cambia según el nivel académico que estemos trabajando, al igual que ocurre con el resto de asignaturas. Según la edad y la maduración cerebral se va adaptando el contenido y las explicaciones. Por lo tanto, no hay temor a que se le brinde información o se le explique algo que no sea adecuado para su edad.

Pondré un ejemplo para que se comprenda bien este tema. En el caso de los niños en educación infantil, se aborda la educación sexual desde conocer el nombre y la localización de todas las partes del cuerpo, así como la importancia de que no cualquiera las toque. Esta educación busca prevenir el abuso sexual en menores y capacitarlos para identificar situaciones inapropiadas. Para explicar esto, se pueden emplear diversas actividades, como cuentos. En el caso de los niños en educación primaria, se trabajaría en aspectos como la autoestima y la diversidad de tipos de familias, entre otros temas. En la etapa de la adolescencia, se abordarían temas como los diferentes tipos de sexo, identidades, orientaciones y expresiones. Se informaría sobre los riesgos asociados a los encuentros sexuales, como el embarazo y las infecciones de transmisión sexual, así como las formas de prevenirlos. También se trataría de desmitificar conceptos erróneos sobre el amor romántico y la sexualidad en general.

Es importante tener en cuenta que esta educación debe ser sensible y adaptada a la edad de los estudiantes, brindando información precisa y apropiada en cada etapa de su desarrollo.

¿Qué consejos tienes para fomentar una buena educación sexual en el hogar y cómo los padres pueden abordar este tema con sus hijos?

Una de las bases de la educación sexual que a menudo queda sin abordar es la enseñanza que se proporciona en el hogar, siendo prácticamente un tabú en relación al tema. Esto ha llevado a que las personas no hablemos con naturalidad sobre nuestra sexualidad ni sobre el concepto general de “sexo”, ya que, si en mi entorno es considerado un tema tabú, es probable que lo sea en todas partes.

Es importante que los padres adquieran un poco de conocimiento sobre el tema. Al final, no son más que las mismas cuatro dudas que también tenías cuando eras niño y nadie te las explicó. Si alguna vez tu hijo te hace preguntas, simplemente debes responder con honestidad, pero adaptando tu respuesta a su edad. Si no sabes la respuesta, puedes decirle que no lo sabes, pero que lo explicarás en otro momento cuando lo sepas. Esto te dará tiempo para buscar información o consultar a alguien que esté más familiarizado con el tema y pueda proporcionarte recursos útiles. Muchos compis ofrecen talleres para padres que resultan muy interesantes y enriquecedores.

¿Qué recomendaciones tienes para las personas que desean explorar su propia sexualidad y descubrir sus preferencias y deseos?

La exploración y el conocimiento siempre será bienvenido como algo beneficioso para ti, por ello les recomendaría que:

– Dedicar un ratito al día a conectar con tu cuerpo y a escribir tus deseos, tus preferencias sexuales, lo que no te gusta de las practicas, lo qué si te pone, alguna que otra fantasía, etc. Extraer de tu cerebro lo que experimentas en esos momentos de encuentro contigo misma o con otra persona puede ser muy intenso, pero cuando lo plasmamos en un papel ya estamos haciendo el ejercicio de ordenar los pensamientos, poner nombre a las sensaciones experimentadas e intentar recordar momentos íntimos que nos hicieron vulnerables. Puedes responder a estas preguntas si no sabes que escribir sobre tu sexualidad: ¿Qué quieres conseguir? ¿Qué te gusta? ¿Qué no te gusta? ¿Cuándo lo quieres? ¿Dónde lo quieres? ¿De qué manera? ¿A qué intensidad y ritmo?, etc. 

– Reservar una tarde o noche de la semana para estar contigo misma/o de forma íntima y privada en casa. Preparar tu propia cita, es decir, organizar lo que a ti te guste, en cuanto a cena, decoración, etc. No tienes que pensar en nadie, si no en ti misma/o y lo que te gusta a ti, ¿alguna vez te lo has preguntado?

Puedes leer un libro erótico, visualizar una película, escribir un relato erótico, usar tu imaginación… lo que a ti te guste más para que el deseo se vaya formando en ti y comience la excitación.

– Si te sientes con ganas y te apetece, puedes estimular alguna zona de tu cuerpo. Lo ideal es estar en una zona cómoda para ti. Puedes usar tus manos o algún juguete erótico, o ambas opciones. Al principio cuando estás experimentando es ideal que la exploración se haga con tus manos, sin productos externos a la piel. Una vez que esto ocurre, los juguetes son un gran aliado para motivarte si no tienes tanto tiempo, para descubrir lugares nuevos que no sabías que te daban placer, o para generar más placer en ti. 

– Este conocimiento sobre ti misma/o es muy importante porque genera un empoderamiento en ti que hace que puedas tener un encuentro con otra persona desde un camino más marcado en lo que te gusta, te produce excitación y te da placer. También a conocer tus límites y saber cuándo quieres parar el encuentro o alguna de las prácticas. Es interesante que cuando se quede con alguien y se tenga la intención de tener un encuentro con esa persona se hable de sexualidad para conocerse también es ese tema y saber si los gustos son compatibles, al igual que en el resto de pilares que nos parecen importantes como el trabajo, los hobbies, etc.

¿Cuáles son los beneficios de la terapia sexual y en qué situaciones se recomienda buscar ayuda profesional?

La terapia sexual puede ser individual o en pareja, por lo que la situación para buscar ayuda puede que tenga que ver directamente con la relación y se necesite que acudan ambos para solucionar lo que ocurre. Los beneficios en terapia sexual son diversos, entre ellos puedes encontrar:

  • Generar conocimientos de tu sexualidad.
  • Solucionar disfunciones sexuales de origen psicológico. 
  • Aportar herramientas para desarrollar tu sexualidad. 
  • Proporcionar educación sexual integral. 

Se recomienda que se acuda a terapia sexual cuando crees que el problema que te ocurre te afecta en tu día a día, o en la mayor parte del tiempo te causa incomodidad. También sería recomendable acudir si sientes que no puedes resolver lo que te ocurre o lo que ocurre en la relación de pareja, por ejemplo, una infidelidad, celos, deseo sexual, problemas en la erección, entre otros. Sobre todo, hay que seguir la misma lógica que para acudir a terapia psicológica, tú mismo no puedes conseguirlo, te causa malestar, por lo que necesitas ayuda externa profesional. 

¿Qué sugerencias tienes para aquellos que desean mantener una vida sexual saludable a medida que envejecen?

La sexualidad es una dimensión fundamental en la vida humana que nos acompaña hasta el final de nuestro camino, incluida la vejez. A medida que transitamos por las distintas etapas de la vida, adaptamos nuestras actividades de manera similar a como lo hacemos con otras responsabilidades, y la sexualidad no es una excepción. Esta adaptación no implica su desaparición, sino más bien ajustarla a nuestro ritmo, condición física, deseos y demás factores. Quiero decir con esto, que si hemos aprendido a lo largo de nuestra vida sexual que la sexualidad es algo más que la penetración será fácil que en la vejez podamos disfrutar de los encuentros eróticos. 

Es perfectamente posible llevar una vida sexual saludable en la vejez, manteniendo la actividad sexual con nuestra pareja o con nosotros mismos. En estos encuentros es posible que busquemos otras prácticas que nos resulten más placenteras o que necesitemos más tiempo para disfrutar de las experiencias, pero el placer compartido seguirá presente en nosotros. Continuará surgiendo y podremos experimentarlo plenamente, demostrando que la conexión íntima con otro ser humano sigue siendo una fuente de enriquecimiento a lo largo de nuestras vidas.

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