¿Necesitamos el consentimiento de nuestros clientes para el envío de publicidad por correo electrónico?

Hay que saber que el envío de publicidad a un cliente está regulado por 3 leyes y/o normativas: protección de datos (RGPD/ LOPDGDD), la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico (LSSI) y la Ley General de Telecomunicaciones, si es publicidad a través del teléfono.

Con respecto a la normativa de protección de datos está práctica suele acogerse a la base legal del consentimiento o a la de interés legítimo en el envío de comunicaciones comerciales a nuestros clientes. ¿Pero cuando es una y cuando es otra?

La LSSI establece varias excepciones a la obligación de recabar el consentimiento del cliente y permite el envío de comunicaciones a una persona cuando ha habido una relación comercial/contractual previa con alguien. 

Por lo tanto, podemos enviar comunicaciones publicitarias sobre nuestros productos a un cliente siempre que esos productos sean iguales o similares a los comprados por él sin su consentimiento, siempre y cuando el cliente tenga la posibilidad de darse de baja o poder cancelar el envío de comunicaciones comerciales nuestras.

No será necesario el consentimiento para enviar publicidad electrónica cuando exista una relación contractual, siempre que el prestador hubiera obtenido de forma lícita 

los datos de contacto del destinatario

La LSSI también exige que las comunicaciones comerciales realizadas por vía electrónica deberán ser claramente identificables como tales, y la persona física o jurídica en nombre de la cual se realizan también deberá ser claramente identificable. Por tanto, prohíbe el envío de comunicaciones comerciales en las que se disimule o se oculte la identidad del remitente.

¿Qué pasa si queremos informar al cliente de otros productos o servicios que no son similares a los ya usados por este, o queremos mandar información comercial a personas que no son clientes nuestros, pero sí potenciales clientes?

Si no se da ninguna de las circunstancias que hemos explicado con anterioridad deberemos disponer del consentimiento expreso e informado de nuestros usuarios

Las empresas, en particular, deben ser conscientes de la importancia de salvaguardar la información de sus clientes y garantizar que se obtenga y utilice de manera ética. 

Uno de los aspectos clave en este contexto es el consentimiento, especialmente cuando se trata de enviar publicidad de productos a los clientes. 

Vamos a explorar la importancia del consentimiento informado y algunas consideraciones clave que las empresas deben tener en cuenta al enviar publicidad vía correo electrónico.

En el contexto de la protección de datos, el consentimiento informado se refiere al permiso otorgado por un individuo para que sus datos personales sean recopilados, procesados y utilizados por una organización. 

El consentimiento debe ser voluntario, específico, informado y otorgado de manera clara y explícita. Además, el consentimiento debe ser revocable en cualquier momento y la persona debe tener la opción de retirar su consentimiento sin penalización.

El consentimiento es fundamental en el envío de publicidad a cualquier usuario, ya que es necesario obtener su permiso antes de utilizar sus datos personales con fines de marketing. Sin embargo, el simple hecho de obtener el consentimiento no es suficiente; es esencial que las empresas sigan las mejores prácticas para garantizar que el consentimiento sea válido y efectivo.

Cuando una empresa busca el consentimiento de un cliente para enviarle publicidad, es crucial que se comunique de manera transparente y clara. La información proporcionada debe ser comprensible y estar redactada en un lenguaje sencillo. Debe explicarse claramente qué datos se recopilarán, cómo se utilizarán y cuáles serán los beneficios para el cliente.

Además, la empresa debe ser transparente acerca de cómo se almacenarán y protegerán los datos personales del cliente. Esto ayudará a generar confianza y permitirá al cliente tomar una decisión informada sobre si desea proporcionar su consentimiento.

El consentimiento debe ser activo y basarse en una acción clara y afirmativa por parte del cliente. Las casillas de verificación pre-marcadas o el consentimiento implícito no son aceptables, ya que no reflejan una decisión consciente y voluntaria. En su lugar, las empresas deben utilizar métodos como casillas de verificación no preseleccionadas o solicitudes de confirmación por correo electrónico para garantizar que el cliente exprese su consentimiento de forma explícita.

Es importante recordar que el consentimiento puede ser revocado en cualquier momento. Las empresas deben proporcionar a los clientes una forma sencilla de retirar su consentimiento y actualizar sus preferencias de marketing. Esto podría ser a través de un enlace de “cancelar suscripción”  o “darse de baja” en los correos electrónicos de marketing o un panel de configuración en el sitio web de la empresa.

Es esencial que las empresas respeten las solicitudes de retirada de consentimiento de inmediato y dejen de enviar publicidad al cliente una vez que se haya retirado el consentimiento

Cuando se envía publicidad a los clientes, es importante asegurarse de que sea relevante y personalizada según sus preferencias y necesidades. Al obtener el consentimiento, las empresas también deben solicitar información adicional sobre los intereses y las preferencias del cliente para garantizar que la publicidad enviada sea adecuada y valiosa para ellos.

La personalización de la publicidad no solo aumenta las posibilidades de éxito, sino que también demuestra el compromiso de la empresa con la satisfacción del cliente. Sin embargo, es importante establecer límites claros y respetar la privacidad del cliente. La información recopilada debe utilizarse únicamente con el propósito de enviar publicidad relevante y no debe compartirse con terceros sin el consentimiento expreso del cliente.

Al recopilar y utilizar los datos personales de los clientes con fines de publicidad, las empresas deben asegurarse de implementar medidas de seguridad adecuadas para proteger esa información. Esto implica el uso de tecnologías y prácticas de seguridad de datos robustas para prevenir el acceso no autorizado, la pérdida o el uso indebido de los datos.

Las empresas deben cumplir con las regulaciones de protección de datos vigentes en su jurisdicción, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en la Unión Europea y la Ley de Protección de Datos y  Garantía de Derechos Digitales en España (LOPDGDD 03/1028). Esto implica garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos, así como informar a los clientes sobre las políticas de privacidad y seguridad.

Además, es fundamental asegurarse de que los proveedores externos que colaboran en el envío de publicidad cumplan con los estándares adecuados de protección de datos y seguridad.

El consentimiento y el envío de publicidad no deben considerarse como un proceso estático, sino como un ciclo continuo de evaluación y mejora. Las empresas deben revisar periódicamente sus prácticas de consentimiento y publicidad para garantizar que sigan siendo efectivas y cumplan con las regulaciones cambiantes.

Esto implica realizar análisis de datos para evaluar la eficacia de las campañas publicitarias, recopilar comentarios de los clientes y realizar ajustes en función de sus preferencias. Las empresas deben estar dispuestas a adaptarse y mejorar continuamente sus procesos para garantizar una experiencia positiva para el cliente y cumplir con las expectativas de privacidad y protección de datos.

¿Cuál es la información básica que hay que ofrecer al usuario?

En todos los formularios de captación de datos, debe de aparecer claramente y visible quién es el responsable del tratamiento de esos datos, cuál es la finalidad para la que se recogen los datos, cuál es la base de legitimación para el uso y tratamiento de los datos personales, cuál va a ser el período de conservación, la procedencia del dato, es decir de quién lo hemos conseguido, la existencia de posibles cesiones de datos y/o transferencias internacionales de datos, los derechos que tienen los usuarios, incluido el derecho de denunciar a la Agencia Española de Protección de Datos AEPD

Hay que recordar que para poder tratar datos personales hay que tener una legitimación, es decir una base legal y existen varias para poder tratar datos personales además del consentimiento.

El próximo mes expondremos un segundo artículo sobre este tema con muchos ejemplos para que podáis ver cada caso uno por uno. 

Si tenéis un caso particular o alguna duda que queráis tratar sobre este tema en el próximo número, podéis poneros en contacto conmigo a través de mi correo electrónico elopez@lexsuite.es

Comparte esta noticia:

NOTICIAS RELACIONADAS