_{Por María Gómez Bulnes}

Estoy segura que en alguna ocasión has adquirido un cosmético no por las necesidades de tu piel sino por un envase llamativo, un aroma agradable o una textura distinta a las habituales. Pero para adquirir el cosmético más adecuado y emplearlo de manera correcta es importante saber que nos dice la etiqueta de un cosmético.

Por ello, en este artículo te desvelo las claves que hay que tener en cuenta para distinguir entre si ese es el producto adecuado del que te enamorarás o si finalmente, escogerás el que quedará para acumular polvo en tu baño.

¿Por qué es importante saber leer el etiquetado?

El etiquetado facilita la información para usar de manera adecuada el producto y, a su vez, es una poderosa herramienta para elegir de manera responsable lo que compras. Has de tener en cuenta que este último punto es muy importante pues la cosmética entra en contacto directo con tu piel.

Eso sí, antes de que entres en pánico pensando en “cosmética tóxica”, tienes que saber que todos los cosméticos que se venden en la Unión Europea deben cumplir una estricta normativa que garantice su calidad y estar registrados en el Portal Europeo de Notificación de Productos Cosméticos. Así, si vives en Europa, además de con estas garantías, cuentas con que en tus cosméticos no se usan tóxicos no permitidos en la UE.

Comencemos por el INCI

¿Comencemos por el qué? El INCI, que no es más que la Nomenclatura Internacional para Ingredientes Cosméticos (en inglés, y de ahí sus siglas, International Nomenclature of Cosmetics Ingredients) y supone el listado de ingredientes regulados que componen un producto.

Es obligatorio por Ley que aparezcan los ingredientes del cosmético en la etiqueta aunque cada vez más, puedes verlo en forma de código QR. En este listado aparecen los ingredientes y lo hacen enumerados por orden descendente, es decir, primero aparecen los que se encuentran en mayor proporción hasta llegar a las concentraciones menores del 1%.
Los ingredientes que debes ver en la etiqueta son:

• Las sustancias activas: son conocidos como activos y son responsables del funcionamiento del producto.
• Las sustancias bases: aquellas sin las cuales no puede formularse un cosmético. Estos ingredientes incluyen el agua, siendo este el disolvente más utilizado, los alcoholes o los aceites vegetales. 
• Otros ingredientes: aquí se engloban los excipientes que dan forma al cosmético, los colorantes, los conservantes y los perfumes, fragancias o aromas.

Es interesante saber que, la composición de un cosmético debe aparecer en inglés o en cualquiera de las lenguas oficiales del país en el que se venda. Aunque, los ingredientes naturales suelen llevar su nombre botánico en latín, así podrás leer por ejemplo, Cocos Nucifera Oil en lugar de aceite de coco.

Por otro lado también debes saber que, si un ingrediente aparece a partir del quinto lugar, no está presente en gran cantidad por lo que, en el caso de hablar de activos, no tendrá un gran papel en la función del cosmético.

¿Cuáles son los símbolos obligatorios de un envase cosmético?

Contenido Neto: es obligatorio indicar el volumen del contenido en número, sea en gramos (g) o en mililitros (ml) según sea sólido o líquido.
Consumir preferentemente antes de: para aquellos cosméticos con una vida útil inferior a los 30 meses este símbolo debe aparecer seguido de la fecha concreta o por la frase «utilizar preferentemente antes de» seguido de la fecha.
PAO (Period After Opening): para productos con una vida útil superior a los 30 meses, el tarro abierto con el número de meses dentro o cerca indica el plazo después de la apertura en el que el producto es seguro.
Información adicional: este icono se emplea cuando la información necesaria no aparece al completo en el envase. El resto de información se habrá añadido en forma folleto o tarjeta en el interior del envase o en el propio punto de venta.
Punto verde: esta imagen no indica que el envase sea reciclable sino que el fabricante cumple con la ley europea que lo obliga a reciclar y recuperar los embalajes de sus productos.

¿Y el resto de símbolos que hay en mi producto?

Otras imágenes que puedas ver no son obligatorias, aunque suelen emplearse para aportar una mayor confianza y seguridad al consumidor.
Anillo de Möebius: indica que un producto o envase se ha fabricado con materiales reciclables. Cuando aparece rodeado de un círculo, indica que parte de  los materiales de dicho producto o envase ya han sido reciclados.
Tidyman: apela a la responsabilidad del consumidor que debe depositar sus desechos en los lugares correspondientes.
Señala que el producto ha sido probado en personas, bajo la supervisión de un dermatólogo, para evaluar su eficacia específica o a la tolerancia cutánea. No implica que el producto sea hipoalergénico.
Certificado Ecológico: los sellos de certificado ecológico, sean ecocert u otro certifican la cosmética ecológica, que respeta el medio ambiente y que es elaborada con ingredientes naturales producidos en cultivos ecológicos donde no usan pesticidas y que no contiene conservantes químicos.
Cruelty Free: Esta imagen del conejito puede variar de un producto a otro, pero siempre es un conejo.  Identifica a los productos que no han sido testados en animales durante su desarrollo, así como ninguno de los ingredientes que lo componen, ni han sido encargadas pruebas a terceros que incluyan el testado en animales.
Debes saber que la inclusión de este símbolo en el envase, no supone un valor añadido ya que en Europa en 2004, se prohibió la experimentación con animales para los productos cosméticos y en 2009, para los ingredientes cosméticos y que, desde 2013  está prohibida la venta de cosméticos testados en animales.
Vegano: Representado mediante el icono de una planta, indica que se trata de un producto en el que no hay ningún ingrediente de origen animal.

Espero que este artículo te haya servido para adquirir cosméticos con valiosa información que te permita distinguir entre reclamos auténticos y cantos de sirena, haciéndote de esta manera un consumidor más responsable. Si quieres saber más puedes visitar Innixi, tu espacio personal.

Un último consejo: olvídate de apps que escanean cada ingrediente y consulta a la especialista en cosmética para la salud de tu piel, la esteticista o Cosmile Europe, base de datos europea fiable, verificada y respaldada científicamente.