En un cuartel, que conozco, hace unos años pintaron de verde, un banco que había a la entrada del mismo. El oficial de guardia que estaba aquel día dispuso que un soldado estuviera junto al banco para evitar que alguien se sentara y se manchara cuando la pintura no se había secado. Al día siguiente salió de la guardia y se fue, el oficial que lo relevó, para no meter la pata, lo que solía hacer era copiar el “orden del día”, del día anterior y así fue ocurriendo durante veinticinco años. Todos los días había un soldadito que vigilaba un banco, que ya estaba descolorido y que nadie sabía el porqué, pero debía de ser importante, ya que aparecía en las órdenes del día del cuerpo de guardia. Llegó un oficial nuevo que preguntó por qué había que vigilar el banco, nadie lo sabía. Se arriesgó y quitó la guardia. No pasó nada, sino que se ahorraron un soldado que podía hacer otra cosa más provechosa. Esta es una historia real, ocurrió de verdad, como seguro que ocurre en muchas empresas; “siempre lo hemos hecho así”, no lo vamos a cambiar ahora.
Tras esta pequeña historia te invito a que no seas inmovilista y te plantees revisar cosas en tu empresa y llevar a cabo innovaciones.
La innovación en las pequeñas y medianas empresas es crucial para su competitividad y crecimiento. Innovar no solo significa crear algo completamente nuevo, sino también adaptar y mejorar lo que ya existe para diferenciarse en el mercado.
Para ello te doy una serie de ideas, que pueden ayudarnos a ponerla en marcha.
La innovación en PYMES va más allá de la simple creatividad. Mientras que la creatividad se refiere a generar ideas nuevas y originales, la innovación implica la implementación efectiva de estas ideas para generar valor. En este sentido, la innovación puede ser incremental, mejorando procesos o productos existentes, o radical, desarrollando nuevos modelos de negocio o tecnologías disruptivas.
El primer paso hacia la innovación es la identificación de oportunidades. Esto puede surgir de la necesidad de resolver un problema específico, la detección de una brecha en el mercado, o el deseo de mejorar un producto o servicio existente. Es importante realizar un análisis del entorno, competidores y necesidades del cliente.
La innovación debe estar arraigada en la cultura de la empresa. Esto significa fomentar un ambiente donde se valoren las ideas nuevas, se promueva la experimentación y se tolere el fracaso. La participación de todos los miembros de la empresa es fundamental, ya que las ideas pueden surgir de cualquier nivel. Un ambiente donde la gente pueda expresarse libremente facilita mucho esto.
Convertir una idea en un producto o servicio comercializable requiere de un proceso estructurado. Este proceso incluye la generación de ideas, evaluación, desarrollo de prototipos, pruebas y finalmente, la implementación. Durante este proceso, es crucial mantener la flexibilidad y estar abierto a la retroalimentación y adaptaciones.
La digitalización y el uso de nuevas tecnologías son herramientas clave para la innovación en las PYMES. La adopción de tecnologías como la inteligencia artificial, big data o IoT (Internet de las Cosas) puede generar eficiencias, abrir nuevos canales de mercado y mejorar la experiencia del cliente, etc.
La innovación requiere de inversión, ya sea de tiempo, esfuerzo o recursos financieros. Es importante considerar el retorno de inversión y el impacto a largo plazo de los proyectos de innovación.
Finalmente, es vital medir el éxito de las iniciativas de innovación. Esto puede incluir indicadores como el incremento en ventas, ahorros en costos, mejora en la satisfacción del cliente o el alcance en nuevos mercados. Estas métricas ayudan a ajustar estrategias y demostrar el valor de la innovación.
La innovación en las PYMES no es solo un lujo, sino una necesidad para sobrevivir y prosperar en un mercado competitivo. Al adoptar un enfoque estratégico y sistemático hacia la innovación, las PYMES pueden convertir desafíos en oportunidades y asegurar su crecimiento y sostenibilidad a largo plazo.
¿Innovamos?
