Decálogo del pequeño empresario

En unja charla que impartí a un un grupo de empresarios, me preguntaron, qué cosas son realmente importantes para el negocio; muchas contesté, me insistieron , concreta alguna,  las diez principales, como respuesta les dí las siguientes, todas importantes, aunque su prioridad estará determinada por el carácter del negocio y la fase en la que se encuentre la empresa. Vamos a ello.

  1. Objetivos estratégicos. Objetivos SMART (Específicos, Medibles, Alcanzables, Retadores y acotados en el Tiempo) Definir muy bien la Visión y la Misión de tu empresa. Saber dónde vamos, dónde queremos llegar y cuándo. Tener una buena hoja de ruta, con los hitos que tenemos que cumplir marcados, qué tenemos que hacer para llegar a ellos, qué recursos necesitaremos y qué resultado esperamos. Tener una buena planificación estratégica, evitará que vayamos sin rumbo, sino que cada día, nos podamos acercar cada vez más a ese lugar al que nos dirigimos. Nos ayudará a tomar decisiones, determinar la cantidad de recursos que necesitaremos y lo que debemos de obtener de ellos. Dentro de éste epígrafe, incluyo establecer nuestro Plan de Marketing y de Ventas, tema fundamental, tenerlo nos ayudará a garantizar los resultados,  conocer nuestro mercado objetivo, seleccionar los productos, los servicios, los precios y sobre todo disponer de  una guía que evite que continuamente estemos improvisando y caminando sin rumbo, sino que podamos ir directamente a la meta fijada. 
  1. Los clientes: Son la columna vertebral de una empresa, sin ellos no hay negocio. Es importante conocerlos bien, saber qué necesitan, cómo compran, como usan, qué es lo que buscan realmente, dónde y cómo encontrarlos, qué hacer para venderles, mejor, para que nos compren. Por supuesto mantenerlos satisfechos, de forma que estén mucho tiempo con nosotros, nos recomienden y traigan a otros clientes
  1. Los empleados, a los que yo denominaría mejor, nuestros colaboradores, nuestro equipo. Son una parte esencial del éxito de una empresa, yo diría que la principal, pues ellos son los que ejecutan, están en contacto con los clientes y hacen que el negocio funcione. Hacer equipo, lograr que se sientan motivados, implicados y satisfechos es la clave. Uno de los errores más comunes es el tratarlos como un simple recurso, en vez de como una parte fundamental de nuestro negocio. Trabajar el liderazgo y rodearnos de gente mejor que nosotros serán la verdadera clave del éxito.
  1. La gestión financiera, entendiendo por ella el control de los temas que tienen que ver con el dinero. Conocer bien los números, saber interpretar y tomar decisiones con esta información, conocer tu margen, tu punto muerto, a partir del cual dejas de perder dinero, tener previsiones de tesorería a un par de meses al menos, un buen análisis de los costes, un plan de negocio por el que regirte. Gestionar con la cuenta de Pérdidas y Ganancias y con los balances es crítico. No es lo mismo tesorería que es lo que muchos miran, que los resultados reales de la empresa. Tener esto controlado te da certeza y tranquilidad, además te posibilita tomar decisiones fundamentadas y adecuadas, pues los datos te van a proporcionar información muy valiosa para ello.
  1. La gestión del tiempo, tema crítico. ¿Cuántas veces tienes la sensación de que te faltan horas, de que no has parado, pero no has hecho nada?        La gestión de este recurso es esencial, sobre todo si eres un pequeño empresario, pues tienes recursos limitados y éste es uno de ellos. Tener bien organizada la agenda en base a eventos, prioridades y tareas. La mayoría la tiene llena, o no la llevan. Muchos empresarios son reactivos, su agenda se la marcan los demás, es decir hacen y ejecutan lo que les va saliendo o los demás le van reclamando, lo que se traduce en no poder atender las cosas propias importantes, que acaban siendo urgentes, y como consecuencia,  mal hechas, y sin embargo se centran mucho en cuestiones urgentes, pero no importantes. Hay que pasar a ser proactivos, marcar nuestras prioridades y enfocarnos en las mismas, eliminando las distracciones y lo que podría hacer otro, o no te aporta valor. Te recomiendo leer el interesante libro “Solo Una Cosa” de Gary Keller, donde explica cómo poder conseguir esto.
  1. Un buen diseño de las operaciones e tu empresa, tener recogido cómo se deben de hacer las cosas en la compañía, de forma que se configure un sistema que garantice los resultados. No hay cosa peor, que cada uno interprete a su manera cómo se hacen las cosas, pues con toda seguridad perderás calidad, eficiencia, rentabilidad, tiempo y satisfacción de tus clientes. Una empresa es como una orquesta, hay que seguir la partitura si queremos que el concierto salga bien.
  1. Un sitio web profesional y fácil de usar, es esencial para cualquier empresa. No hay que olvidarse que es tu tarjeta de presentación. Lo primero que hace alguien cuando te conoce es indagar en internet quien eres. Lo que le muestres, la calidad con la que lo hagas, los mensajes, las imágenes serán determinantes, para que se acerque o confíe en ti. Hace poco estuve con un directivo de una importante firma de asesores que se quejaba, de que a pesar del dinero que invertía en redes sociales y Google Ads, no era capaz de atraer nuevos clientes. La página estaba hecha en un formato obsoleto, sin diseño, sin orden, con información antigua, sin securizar, con imágenes de muy pobre calidad, y no era responsive (diseñado para el móvil)  dando una pésima impresión.
  1. Las redes sociales de la empresa: Las redes sociales son una herramienta poderosa para llegar a nuevos clientes y mantener a los actuales. Nuestro altavoz digital, va unido a la anterior. Muchos piensan que esto es simplemente estar en Instagram o en Facebook, ahora Meta. No es exactamente así, ya que hay que tener presencia en las redes en la que está tu público objetivo, son diferentes según edad, formación, sexo, etc. Desde luego, si vendes a empresas, deberías de estar en Linkedin. Otra cosa es lo que publicas en las mismas y la forma en la que lo sueles hacer, hay que mantener un tono y una consistencia acorde con la imagen que queremos transmitir. En muchas ocasiones, se mezcla lo personal con lo profesional, no dando buena imagen. Abusar de las redes no es bueno, ni aconsejable, puede producir rechazo en los clientes. Hay que llevar una correcta planificación en base a unos objetivos ya marcados. Todo esto  nos lleva al siguiente punto
  1. La imagen corporativa de la empresa, junto la marca es importante identificarnos en el mercado, marcar diferencias con la competencia y de esta forma atraer y mantener a nuestros clientes. Es nuestra seña de identidad y debe de representar nuestros valores. Cuidarla va a decir mucho de nosotros. 
  1. La perseverancia es una de las principales virtudes que ha de tener el empresario,  no darse por vencido ante los obstáculos que puedan surgir en el camino, que serán muchos. No desanimarse, tener fé ciega en los resultados y mentalidad de ganador, es lo que te hará más confiable. Tu equipo, tus clientes y tus socios te seguirán.

Hay muchas más cosas, pero si tenemos éstas tenemos también gran parte del éxito asegurado.

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