Imagino que muchos de vosotros habréis oído hablar algo sobre el ayuno intermitente. Está muy de moda y hemos escuchado que es muy bueno para la salud y para perder peso, pero, ¿realmente es tan así?
No se trata de una dieta en sí, más bien es una práctica, que se centra en distribuir las comidas de forma diferente a la tradicional (comer en unas horas y ayunar en otras). No se centra en qué alimentos comer, sino cuándo debemos comer.
Los tipos más conocidos:
12/12: ayunamos durante 12 horas y comemos durante las otras 12. Lo hace la mayoría de personas sin ser conscientes de ello, y resulta beneficioso para nuestro tracto digestivo.
16/8: ayunamos durante 16 horas y comemos durante las otras 8. Ej: podemos cenar a las 20:00 y no comer más hasta las 12:00 del día siguiente.
24 h: dejar de comer un día entero. Se recomienda ayunar dos veces en semana y que no sean días consecutivos (eat-stop-eat).
¿En qué casos sería beneficioso?:
Obesidad o sobrepeso.
Diabetes y síndrome metabólico.
Prevención de cáncer.
Prevención de alteraciones neuronales y degenerativas.
Como ya se sabe, es una herramienta muy común en la pérdida de peso, la cual sería beneficiosa siempre y cuando se controlara la calidad y cantidad de alimentos durante la “ventana” de comidas. Es decir, no va a servir de nada si no llevamos a cabo una buena alimentación y ejercicio.
No es maravillosa, ni milagrosa, simplemente es una práctica más, que no todo el mundo sería capaz de llevar y en caso de querer hacerlo, sería muy recomendable ponerse en manos de un dietista-nutricionista.