Este pasado mes tuve la oportunidad de compartir con un nutrido grupo de empresarios un seminario sobre “Cómo gestionar la Inflación en tu empresa”. Estuvimos analizando las posibles acciones que hay que llevar a cabo para mitigar los efectos de la inflación y tornarla en oportunidades. Paso para comentar algunas de las estrategias que destacamos desde ActionCOACH para ello.

Lo primero que recomendamos es, que te tienes que mantenerte encima del punto de poder, ese lugar, donde te empoderas y eres capaz de crear, e inspirar a tus colaboradores, a tus clientes y a tus proveedores, pues te van a ver como una persona con determinación y capacidad para gestionar la situación. No entres en situaciones de excusa, de búsqueda de culpables o resignación. Desde aquí, desde encima de este punto mágico te proponemos:

• Mirar hacia dentro de tu empresa, haz o revisa profundamente el DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) de tu empresa. A partir de ahí, elabora el CAME (Corregir, Afrontar; Mantener, Explotar) correspondiente. Si necesitas ayuda pídela.

• Controla al máximo las previsiones de tesorería. Tenlas al menos para 90 días y determina cuales van a ser tus necesidades de fondos en ese tiempo.

• Examina con detalle los escandallos de costes de tus productos o servicios, determina con un índice, cómo impacta un cambio del precio de los insumos en los márgenes, tanto hacia arriba, como hacia abajo.

• Puedes mantener el mismo margen en valores absolutos, pero reducirlo en términos relativos, esto implica, que has de revisar tu Punto Muerto (el momento en el que dejas de perder dinero y comienzas a ganar). El mismo puede que suba, pero con la estrategia adecuada podemos incrementar las ventas.

Ten calificado el ABC de clientes, donde el 20% de los mismos te dan el 80% del margen (clientes de tipo A), a éstos cuídalos. A los de tipo C, que te dan el 80% del trabajo, pero que suponen el 20% de tu margen, redúcelos.

• Rediseña tu presupuesto revisando todos los gastos para adaptarte a la nueva situación.

• Escucha bien a tu cliente, debes de ofrecerle lo que realmente necesita, podéis reducir ambos vuestra factura si eliminas aquellas cosas, que no son valoradas o no aportan. Envases, desplazamientos, garantías, lo que sea procedente en cada caso, pero ten cuidado de no bajar tu calidad y compromiso con los mismos.

• Antes de subir el precio, testea el impacto que ello tiene, puede que no ocurra nada y te sigan comprando o todo lo contrario, pero no te lances sin haber previsto qué ocurrirá.

• Vigila el tema crediticio, asegura los cobros con una empresa especializada. En la medida de lo posible cobra por anticipado y usa herramientas que aseguren que llegas a buen fin.

• Ten un control férreo de los cobros, enviando la factura, recordando días antes la fecha de cargo, incluso el día mismo del cobro, sigue un procedimiento que establezcas en tu empresa para hacerlo, de forma que haya cierta “presión”, en que tu cobro no deje de realizarse. Mantén un registro de las acciones llevadas a cabo para cobrar y de las efectuadas para el recobro.

• Revisa tu porfolio de productos y enfócate en aquellos que tienen más rotación y margen.

• Revisa y vigila tu política de stocks, redúcelo todo lo que puedas, intenta pagar lo más tarde a los proveedores y adelanta el cobro a los clientes, de forma que tu inversión en stock y tu financiación a clientes se reduzca.

• Las épocas de crisis son oportunidades, como ya pasó en el Covid, innova, transforma procesos, cuida a tu gente y atrévete a hacer cosas que antes no habías hecho. Incluso cosas que nadie ha hecho y saca ventaja.

• Júntate con gente positiva, que te ayude a crear y ver las cosas de una manera diferente, y te ayude a cuestionar lo que haces, así como  crear más alternativas. (Un mentor o un coach de empresas te pueden ser muy útiles.

La situación es compleja, pero no te olvides, de que hay que estar preparado, manejar y gestionar muy bien los números y los indicadores clave de tu negocio. Los mejor preparados sacarán ventaja. Ya que aprovecharán las oportunidades de los desprevenidos. ¿Hablamos?