El 86,6% de los trabajadores ve con optimismo la transformación digital y apuesta por formarse en IA, automatización y análisis de datos.
La inteligencia artificial (IA) ya está transformando el mundo laboral. Lejos de ser una amenaza, se presenta como una herramienta que impulsa nuevas oportunidades, aumenta la eficiencia de las empresas y redefine las competencias profesionales. Así lo reflejan las proyecciones del Foro Económico Mundial, que prevé la creación de hasta 170 millones de empleos en todo el mundo para 2030 gracias a la IA.
Esta transformación no se limita a los sectores tecnológicos. Cada vez más empresas demandan perfiles con formación en inteligencia artificial, automatización y análisis de datos. Según el mismo informe, más del 20% de los empleos actuales cambiarán significativamente en los próximos años, lo que obliga a los profesionales a formarse y adaptarse a nuevos entornos de trabajo más automatizados.
Un reciente estudio de Protime, compañía especializada en gestión horaria, revela que el 86,6% de los empleados percibe la IA y la digitalización como aspectos positivos para su trabajo. Especialmente los profesionales universitarios valoran estas tecnologías como herramientas que mejoran la productividad y permiten centrarse en tareas de mayor valor estratégico.
No obstante, la transición presenta desafíos. La brecha de habilidades es uno de los más importantes. El desajuste entre la oferta laboral y las necesidades del mercado puede frenar la innovación si no se abordan políticas de formación continua. Iniciativas públicas y privadas deben centrarse en el reskilling y upskilling de trabajadores para lograr una adaptación real al nuevo paradigma.
Además, se requiere un enfoque ético en el desarrollo e implementación de estas tecnologías. La transparencia, la protección de datos y el papel del ser humano como supervisor de decisiones automatizadas son fundamentales para un uso justo y responsable de la IA.
“Estamos ante una de las mayores revoluciones tecnológicas de la historia. Gracias a la inteligencia artificial, las tareas estructuradas dejarán paso a procesos más inteligentes que mejorarán la competitividad de las organizaciones”, explica Óscar Bermejo, CTO de Protime en España.
La inteligencia artificial ya está integrada en sectores como la atención al cliente, la logística, el marketing, la planificación de recursos o la educación personalizada. Lejos de eliminar empleos, libera tiempo para centrarse en tareas estratégicas, creativas y con impacto real.