Es una de las frases que más he escuchado en consulta. En este post, iremos aclarando si son correctas o no algunas costumbres alimentarias que suelen llevarse a cabo con el objetivo de perder peso, y que a veces, nos llevan a conseguir el efecto contrario:
Comer poco
Aclaración principal: comer poco y pasar hambre no implica una pérdida de peso saludable. Si restringes mucho tu alimentación, puedes provocar es una deceleración de tu metabolismo y como consecuencia, un incremento de la dificultad para perder peso.
Esto se produce porque, ante tanta falta de energía, nuestro cuerpo adquiere el “modo supervivencia” y almacena toda la energía que puede para que tú puedas seguir con tu día a día. No hay que dejar que esto ocurra.
Es más recomendable comer a menudo, cada 3-4 horas aproximadamente alimentos saludables, junto a una actividad física diaria.
Cenar sólo fruta y/o yogurt
Cenar te ayuda a recuperar y a completar la ingesta diaria de energía por lo que, comer solo fruta o fruta y un yogur no nos aportarán los nutrientes suficientes.
Una cena insuficiente puede tener estas consecuencias:
-Si restringes la ingesta en la cena, a la mañana siguiente tendrás más hambre de la habitual y te costará evitar el picoteo.
-Si se ha entrenado justo antes de cenar el cuerpo no se recuperará de forma correcta.
Convertirse en fan de las ensaladas
Las ensaladas son un recurso rápido que a menudo usamos para nuestras comidas y cenas. Pero es importante recordar que, una ensalada es una mezcla de verduras y hortalizas, vegetales variados, pero no un mix de cualquier tipo de alimento.
Una ensalada de pasta con palitos de cangrejo, atún, queso y olivas no se consideraría una ensalada porque, ¿dónde está la verdura? Cuando decimos que solo comemos ensaladas y no bajamos de peso, hay que valorar la calidad de los ingredientes de la misma, pues el queso, el atún, las olivas y los embutidos incrementarían las calorías de tu plato.
Tomar diariamente alimentos ricos en grasas como aguacate, frutos secos y semillas de chía
Están de muy moda y hay motivos para recomendar su consumo, ya que nos aportan vitaminas y minerales, grasas saludables y fibra, y con ello una buena saciedad y regulación del apetito. Si quieres perder peso y tienes el hábito de consumirlos es correcto, pero debes tener presente es que al ser ricos en grasas son alimentos calóricos y sería recomendable:
-Pequeñas cantidades y no todos los días, mejor alternarlos con otros tipos de alimentos.
-Consúmelos en el desayuno o como tentempié para aprovechar su efecto saciante y así no tendrás tantas ganas de picotear entre horas.
Como siempre intento decir, no todo está en la cantidad que comemos, sino en la calidad y muchos otros factores: preparación culinaria, entorno que nos rodea, emociones del día a día… todo influye, y todo es posible de solucionar con la ayuda de un profesional.